El consejo de administración de Banca Cívica aprobó por unanimidad el proyecto de segregación, que en la práctica supone el traspaso del negocio bancario de Cajasol, Caja Navarra, Caja Burgos y Caja Canarias al Banco, a excepción de los activos y pasivos que están adscritos a la Obra Social y de las acciones de las 4 entidades que conforman el grupo.
La operación conlleva que Banca Cívica pasará a ser tenedor de todos los activos y pasivos de las entidades que lo integran, incluidos los recursos humanos, técnicos y administrativos. Además, este acuerdo es un paso necesario para completar los planes de recapitalización presentados por la agrupación financiera al Banco de España esta misma semana.
Otra de las consecuencias de la segregación es la cesión a Banca Cívica de los signos distintivos de las cajas -marcas, nombres comerciales, nombres de dominio-, aunque manteniendo las entidades el uso de su identidad en el ámbito de sus obras sociales correspondientes.
Salida a Bolsa
En su proceso de salida a Bolsa, el grupo ha anunciado que sacará al mercado un porcentaje significativo de su capital, lo que también garantizará su cumplimiento de las exigencias marcadas por el regulador -tiene un ratio de core capital superior al 8,1%-. Credit Suisse actuará como coordinador global de la colocación, como ya se anunció recientemente.
El grupo tiene como cabecera un banco, Banca Cívica, participado por Cajasol (29,1%), Caja Navarra (29,1%), Caja Canarias (21,3%) y Caja de Burgos (20,5%), cuya sede operativa se ha establecido en Madrid y su sede social, en Sevilla. Sus 9.500 empleados se distribuyen en 33 provincias españolas y desempeñan su labor en sus 1.600 oficinas.
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