El Gobierno logró la convalidación del decreto de la reforma de las políticas activas de empleo en el Congreso de los Diputados, gracias al apoyo de CiU y del PSOE (179 diputados), frente a los votos en contra de BNG y UPyD (3 diputados) y las abstenciones de PP, PNV, ERC, IU y ICV (160 diputados). Además, la Cámara Baja aprobó por unanimidad su tramitación como proyecto de ley.
Ramón Jáuregui, ministro de la Presidencia, defendió ante la Cámara Baja el decreto para mejorar la empleabilidad y formación de los parados en sustitución de Valeriano Gómez, titular de Trabajo e Inmigración, quien ha interrumpido su actividad durante esta semana por enfermedad. Jáuregui justificó la “urgencia” de la reforma de las políticas activas de empleo en los 1,2 millones de desempleados procedentes del sector de la construcción y en que el decreto deriva del pacto social y económico suscrito entre los agentes sociales y el Gobierno el pasado 2 de febrero.
Itinerarios individuales de empleo
La medida más llamativa es la implantación y desarrollo de un modelo de atención personalizada a las personas en paro a través de itinerarios personalizados e individuales de empleo, al que se accederá con la firma de un acuerdo personal de empleo (APE).
Dicho acuerdo implicará el compromiso de la persona beneficiaria del itinerario a participar activamente en acciones para mejorar su empleabilidad y a buscar activamente un empleo o poner en marcha una iniciativa empresarial. Por su parte, el servicio público de empleo se encargará de asignar y hacer el seguimiento de dichas acciones.
Así pues, el ministro, que también entró en las quinielas para sustituir a Celestino Corbacho al frente de Trabajo, consideró “inaplazable” la convalidación de la reforma de las políticas activas porque sitúa a los servicios de empleo entre los “mejores instrumentos” para la gestión del capital humano, en alusión a los 1.500 nuevos orientadores que se sumarán a los 1.500 ya existentes desde 2008.
Europa Press