La empresa Serpaa-Biomad inauguró hoy en Villazopeque (Burgos) la primera planta mixta de producción de forrajes y biomasa. Se trata de una industria que entre los meses de abril y octubre se dedicará a la producción de forraje granulado o prensado a partir del cultivo de alfalfa, y que durante el resto del año obtendrá masa bioforestal y agrícola. Esta instalación nace como alternativa al cultivo de la remolacha y permite al agricultor garantizar la venta de su producción a unos precios estables.
El sector de los forrajes desecados en Castilla y León ha experimentado un notable desarrollo en los últimos diez años, al incrementarse el número de empresas autorizadas de dos en el año 1999 hasta las 15 actuales, cuya actividad supone el 9% de la producción nacional. El auge de la industria transformadora ha llevado consigo un aumento paralelo en el cultivo de plantas forrajeras, especialmente de la alfalfa, que en la presente campaña ronda las 28.000 hectáreas, con un incremento del 24% respecto a la pasada campaña.
Este cultivo es relativamente cómodo para el agricultor, ya que la empresa con la que se realiza el contrato asume la mayoría de las labores más costosas, como la siega y recogida e incluso el transporte, con lo que el agricultor se dedica a los tratamientos y el riego en el caso del regadío. Además, debido a la necesidad de las empresas de asegurar el abastecimiento de materia prima, los precios percibidos por los agricultores son bastante aceptables y estables a lo largo del año, a lo que se añade el componente de seguridad para el agricultor. Esta situación ha llevado a que los agricultores sean fieles a las empresas y garanticen el suministro de materia prima.
5 millones de inversión
El proyecto de industria que hoy inicia su andadura se inició seis años atrás, y ha sido financiado con cinco millones de euros, de los que la Junta de Castilla y León aportó 1,2 millones, además de una aportación de 280.000 euros por parte del Ente Regional de la Energía (Eren), que la empresa devolverá en función de beneficios. La planta de Serpaa se propone establecer alternativas agronómicas a los cultivos tradicionales de la zona, sobre todo la remolacha azucarera.
La industria plantea que de unas 2.500 hectáreas de superficie sembrada de alfalfa se podrían obtener, cuando la planta esté a pleno rendimiento, entre 20.000 y 25.000 toneladas de forraje para consumo animal. La misma maquinaria servirá también para la producción de biomasa a partir de restos forestales o sarmientos con un objetivo anual de entre 10.000 y 15.000 toneladas de este carburante vegetal para uso doméstico como alternativa más económica al gas o gasóleo para calefacción.
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