El grupo automovilístico francés Renault ha invertido 2,31 millones de euros en su planta de Motores de Valladolid en los últimos cuatro años, con el fin de reducir el impacto sobre el medio ambiente de las actividades de la instalación. Del total invertido, 700.000 euros se destinaron a actividades de eliminación de vertidos, mientras que 600.000 euros fueron a parar a iniciativas para suprimir la contaminación de los suelos. Casi la mitad de estos 2,31 millones de euros, en concreto 1,01 millones, correspondieron a las actividades orientadas a aumentar el ahorro energético y para reducir las emisiones de dióxido de carbono.
El plan estratégico que está implementando la corporación en su factoría de motores vallisoletana se basa en cinco pilares, como son la reducción del consumo de agua, la gestión de los residuos, la disminución de las emisiones de CO2, así como en el ahorro energético y, por último, en la eliminación de residuos. Gracias a estas medidas, Renault ha logrado disminuir un 41% en consumo de agua en la instalación, frente a las cifras de 2004, mientras que ha generado un 32% menos de residuos en el mismo período, el consumo de gas natural ha bajado un 18% y un 25% el gasto de electricidad.
Previsión del mercado español
Por otra parte, Armando García Otero, director general de Renault Comercial España, estimó que el mercado automovilístico español cerrará el mes de octubre con una caída de entorno al 40%, mientras que su estimación para el conjunto del año es que se matriculen en unos 970.000 turismos en el país. En un encuentro con la prensa, García Otero indicó que si se suman los vehículos comerciales a este volumen de ventas las cifra comercial para el conjunto del año en el mercado español podría situarse en torno a 1,05 millones de unidades, lo que supone una caída de casi 600.000 unidades en comparación con los datos de 2003.
“Estamos dejando de vender lo que producen tres fábricas en un año”, explicó, al tiempo que animó al Gobierno a que reconsidere la posibilidad de retomar las ayudas directas a la compra de automóviles “porque no son para ayudar a los fabricantes, sino a los clientes”. Asimismo, explicó que estas subvenciones a la compra servirían como un incentivo psicológico, puesto que no suponen un gran desembolso para el Estado, y porque permitirían mejorar la situación de un sector de gran importancia para la economía española y también para rejuvenecer un parque automovilístico “cada más envejecido”.
Emisiones de CO2
De nuevo en el aspecto ecológico, el 43% de los vehículos vendidos por la firma automovilística Renault en España en lo que va de año tenían unas emisiones de dióxido de carbono por debajo de 120 gramos por kilómetro recorrido. La compañía ha puesto en marcha una estrategia por la que trabaja tanto en el desarrollo de nuevas tecnologías, como los automóviles eléctricos, como en la mejora del rendimiento y en la disminución del impacto sobre el medio ambiente de los vehículos actuales.
Las estimaciones de la corporación contemplan que en 2020 el 10% de los automóviles que se vendan en todo el mundo corresponderán a versiones eléctricas, por lo que el 90% serán automóviles con motores térmicos. Por este motivo, Renault trabaja en la disminución de las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos convencionales. Como fruto de este trabajo, aumentó del 12,5% al 43% el porcentaje de coches vendidos en España con emisiones de menos de 120 gramos en lo que va de año y vendió un millón de automóviles con emisiones de menos de 140 gramos por kilómetro en 2009. Así, en la actualidad la media de emisiones de la totalidad de los vehículos comercializados por la compañía en todo el mundo es de 134 gramos de dióxido de carbono por kilómetro recorrido. La introducción de motores que cumplen con la normativa Euro 5 está contribuyendo a bajar las emisiones, así como los trabajos en la mejora del rendimiento de las mecánicas y de diferentes aspectos del automóvil.
Europa Press / Castilla y León Económica
