Ibergass tiene en marcha en la actualidad más de 300 instalaciones de generadores de nitrógeno repartidas por todo el mundo. No en vano, la empresa vallisoletana está presente en Castilla y León, Andalucía, Madrid, Castilla-La Mancha, Aragón, Galicia y Murcia, pero también fuera de nuestras fronteras en países como México, Chile, Perú, Colombia, Ecuador, Argentina, Brasil, Irak, Irán y Argelia.
Tal peso tiene su área internacional que representa ya el 80% de su cifra de negocio, que ascendió a 2,65 millones de euros en 2018 y que prevé duplicar este año hasta alcanzar los cinco millones.
La innovación es uno de los factores clave en la proyección de la empresa. Tanto es así, que cuenta con un Departamento de Tecnología dedicado en exclusiva a investigar y desarrollar nuevas soluciones vanguardistas para sus clientes.
“La mejora constante de los equipos hace que cada vez estos sean más eficientes y respeten el medio ambiente, con optimizaciones técnicas y alcanzando siempre el máximo rendimiento. Estamos creando nuevos horizontes gracias al desarrollo de los generadores de oxígeno, entre otros”, explica Julio Maestro Garmilla, director ejecutivo y fundador de esta compañía, que cuenta con una plantilla compuesta por 31 trabajadores.
Entre las ventajas que aporta la I+D, el ejecutivo destaca algunas como la adaptación a las nuevas necesidades, la innovación constante y la mayor eficiencia.
Llave en mano
El catálogo de Ibergass se basa principalmente en dos líneas de negocio: separación de gases y proyectos llave en mano o de Ingeniería EPC (Engineering, Procurement and Construction). En cuanto al primero, se dirige a la separación de gases con la fabricación y venta de generadores de nitrógeno a distribuidores de la empresa, y con la instalación y mantenimiento además en el caso de los clientes finales.
Respecto al segundo eje, ofrece desde la ingeniería preliminar y de detalle hasta la gestión de aprovechamiento, construcción y puesta en marcha de los equipos.
Estos sistemas se utilizan en empresas en cuyos procesos de producción es necesario la utilización de nitrógeno para evitar que el oxígeno perjudique alguna de las etapas. Por ejemplo, en bodegas se aprovecha para la inertización y purga de depósitos, mezcla de los componentes del vino, embotellado y transporte; mientras que el sector agroalimentario en general lo emplea en el envasado para asegurar que el producto llegue en perfecto estado al consumidor final.
En minería, petróleo y gas es necesario para su extracción de manera segura sin riesgo de explosión. Se usa también en los cortes por láser, para que sean más limpios; en la industria farmacéutica y médica; y en la fabricación de plásticos; entre otros.
Más información en el número de octubre de Castilla y León Económica