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La economía circular se postula como nuevo sector emergente en Castilla y León

La Administración autonómica promueve que las empresas de la región aprovechen este nicho de negocio
La economía circular está cada vez más presente en el día a día de las empresas
La economía circular está cada vez más presente en el día a día de las empresas de Castilla y León.

La economía circular está cada vez más presente en el día a día de las empresas de Castilla y León. Se trata de un concepto que supone una intersección de los aspectos ambientales y económicos y se enmarca en las políticas de desarrollo sostenible. Su objetivo es reducir el consumo de materias primas y minimizar los desechos, que vuelven al ciclo de producción, para lograr ser más eficientes en el uso de los recursos y, en último término, mejorar la productividad de las empresas cuidando el entorno.

Entre sus principios se encuentran optar por el ecodiseño, que considera el impacto ambiental a lo largo del ciclo de vida del producto, la utilización de materias primas renovables, incrementar la durabilidad de los productos, propiciar los modelos de uso frente a los de posesión y apostar por la reutilización, el reciclaje y la valorización.

Centros tecnológicos

Centros tecnológicos y empresas de la región, junto con la Administración regional y otras entidades, desarrollan iniciativas que van más allá de la gestión eficiente de los residuos para establecer modelos de negocio que se centran en el concepto de la eliminación de residuos, que se convierten en recursos que deben ser puestos en valor. Así, se plantean diferentes iniciativas que sirven de referencia a posibles negocios. Éste es el caso de la fabricación de fertilizantes derivados de subproductos agroganaderos, residuos domésticos orgánicos y cenizas de plantas de combustión de biomasa forestal; diseño de cadenas de valor a partir del CO2, un gas asociado al cambio climático, pero que también tiene aplicaciones industriales; y el fomento de la utilización de la madera en vez de otros materiales como plásticos o aceros en sectores como la construcción y la rehabilitación arquitectónica, entre otros.

Las administraciones públicas impulsan desde hace años medidas relacionadas con la economía circular, tanto desde el punto de vista regulatorio como a través de incentivos a las empresas y de campañas de concienciación y sensibilización. En este contexto, la Junta trabaja en la elaboración de la Estrategia Regional de Economía Circular. Según sus responsables, entre los objetivos de este plan están impedir la pérdida de materiales valiosos que puedan resultar vitales para las empresas en el futuro, mejorar los resultados de reciclado y valorización mediante la recuperación y la reutilización a gran escala, aumentar la duración de la vida de los productos, crear empleo y crecimiento económico en nuevas actividades o en la reconversión de las existentes y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la contaminación y otros impactos ambientales.

Bioeconomía

La Estrategia establece varias líneas de trabajo, la primera de las cuales se refiere a la ecoinnovación y el ecodiseño aprovechando los recursos financieros disponibles en I+D+i y de la mano de clústeres, plataformas y redes europeas.  A continuación, se menciona la bioeconomía, es decir, el aprovechamiento eficiente y sostenible de los recursos naturales, no sólo los relativos a los sectores agroalimentario y forestal, sino también en los ámbitos farmacéutico y cosmético; y la bioenergía, un área en el que la Junta pretende consolidar a Castilla y León como región de referencia en la producción de biocombustibles y en el aprovechamiento de la masa forestal.

El cuarto punto de la Estrategia se centra en la gestión de los residuos, una de las claves de la economía circular, para que tiendan a cero. Cabe mencionar que se trata de un sector en crecimiento que genera empleo en los procesos de reparación, reutilización, refabricación y en la generación de nuevos productos, con un aumento superior al 21% en el número de actores (instalaciones, operadores y empresas) registrados en este sector entre 2015 y 2017. Por último, el documento incide en la importancia de la participación del sistema  ciencia-tecnología-empresa en su redacción a través de diveros encuentros y foros en los que han participado cerca de 250 entidades.

Más información en el número de junio de Castilla y León Económica

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