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Fundación Caja de Burgos y empresas líderes lanzan una aceleradora de proyectos industriales

‘Polo Positivo’ cuenta con el respaldo del Grupo Antolín, Gonvarri, Fundación Tomás Pascual y Pilar Gómez-Cuétara y Aciturri
Foto de los ponentes.
De izquierda a derecha, Arturo Sagredo, senior advisor Gonvarri Industries; Ginés Clemente, consejero delegado de Aciturri Aeronáutica; Emma Antolín, consejera y directora de RSC en Grupo Antolín; Álvaro Bordas, Director de Comunicación de Calidad Pascual, y Rafael Barbero, Director General de Fundación Caja de Burgos.

La Fundación Caja de Burgos presentó este miércoles Polo Positivo, una aceleradora de proyectos para incentivar la creación de iniciativas industriales que impulsa de la mano de Grupo Antolín, Gonvarri, Fundación Tomás Pascual y Pilar Gómez-Cuétara y Aciturri. “Con esta actuación los promotores queremos apoyar una nueva generación de emprendedores que aporte, además, riqueza y empleo a la provincia en la que nosotros mismos comenzamos nuestra andadura”, aseguraron.

Al acto asistieron Arturo Sagredo, senior advisor Gonvarri Industries; Ginés Clemente, consejero delegado de Aciturri Aeronáutica; Emma Antolín, consejera y directora de RSC en Grupo Antolín; Álvaro Bordas, Director de Comunicación de Calidad Pascual; y Rafael Barbero, Director General de Fundación Caja de Burgos.

Durante 2019 se van a poner en marcha 3 programas diferentes que cubren el ciclo de vida de una empresa: Imán de ideas, Impulso pymes y I Desafío industrial. El primero de ellos pretende desarrollar el talento emprendedor y favorecer el nacimiento de proyectos empresariales de ámbito industrial, tecnológico o de servicios de apoyo a la industria en la provincia de Burgos, así como generar empleo directo en este territorio. Los participantes tendrán acceso a una segunda fase, prevista para 2020.

En cuanto al segundo, incide en el fortalecimiento del tejido empresarial mediante el respaldo a pymes ya creadas con más de 3 años de antigüedad, una cifra de negocio menor a 10 millones de euros y una plantilla de entre 30 y 80 trabajadores, con potencial de crecimiento para que alcancen un mayor tamaño y mejoren su capacidad competitiva.

I Desafío industrial

Por último, Desafío industrial tiene el objetivo de identificar soluciones a necesidades reales planteadas por los promotores. Esta acción está destinada a pymes ya constituidas, emprendedores, startups, estudiantes e investigadores que alcancen una idea innovadora y factible a los retos, necesidades y problemas propuestos.

Las entidades promotoras atesoran una dilatada experiencia en el desarrollo, dirección y ejecución de programas de apoyo al emprendimiento y al crecimiento empresarial, con una metodología y unas herramientas para la definición del plan de empresa. El proyecto cuenta con expertos de primer nivel para las labores de mentorización, aportando directivos con experiencia que permitan la constitución y la aceleración de empresas, transmitiendo valores como la sostenibilidad, perseverancia, eficiencia, honestidad y audacia.

Se trata de un proyecto en constante transformación, que cuenta con un presupuesto anual de 200.000 euros, basado en la trasferencia de conocimiento, definición estratégica, tutorización, acciones de sensibilización, formación, divulgación y financiación. Junto a la mentorización, los promotores aportan espacios de coworking, financiación, contactos y acceso a inversores.

Castilla y León Económica

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