a

Así funciona la única granja española de ciervos ubicada en la localidad segoviana de Marugán

Deer Farmers Group exporta el 80% de su producción de carne a oriente medio y cuenta con el sello Halal
Javier Martín Sirvent, director general de Deer Farmers Group.
Javier Martín Sirvent, director general de Deer Farmers Group.

¿Quién le iba a decir a Javier Martín Sirvent, director general de Deer Farmers Group, que la simple lectura de un artículo en una revista le iba a cambiar la vida? Corría la década de los 90 y él trabajaba para una gran compañía del sector de los recursos humanos, cuando leyó un texto sobre la crianza de ciervos para carne en Nueva Zelanda que llamó poderosamente su atención. Tanto que siguió dando vueltas en su cabeza hasta que 2 años después decidió abandonar su empleo, vender su coche y marcharse a Nueva Zelanda a conocer de primera mano ese negocio.

A nadie le contó la verdad, ni siquiera a su familia. La versión oficial es que iba a aprender inglés. “Me habrían tomado por loco”, rememora este emprendedor que pasó algo más de un año en tierras maoríes trabajando en granjas de ciervos y también en algún matadero para conocer los entresijos del negocio.

De vuelta a España y después de buscar posibles ubicaciones por toda España se dio cuenta de que el mejor emplazamiento lo tenía en casa, en su pueblo, en el pinar en el que tanto tiempo había pasado durante su infancia y juventud. Y montó su negocio en Marugán (Segovia). Era el año 2000 y en ese momento encontró muy receptivo al sector de la alta restauración. Los hoteles Ritz y Palace de Madrid, la red de Paradores o Martín Berasategui eran sólo algunos de sus clientes. Hasta que llegó el año 2008 y la crisis.

Giro de timón al negocio

Martín Sirvent dio un giro de timón al negocio y comenzó a trabajar con el sector de la distribución, con la ventaja de poder comercializar prácticamente todas las partes del ciervo, no sólo los lomos y solomillos, como ocurría con los restaurantes. De nuevo el viento soplaba de cola hasta que otro duro golpe frenó en seco la progresión del negocio. “Vendíamos nuestros productos en un envase de atmósfera modificada, lo que les confería una vida útil de 21 días. Pero un buen día en Bruselas alguien pensó que esa mezcla de gases para preservar el producto incluía una mínima parte de CO2 y podría ser nociva para la salud por lo que la excluyeron del listado de aditivos alimentarios autorizados. De repente nuestros productos pasaron de tener una vida útil de 21 días a 7 días, ya que al ser una carne con un alto porcentaje de hierro se ponía oscura al contacto con el oxigeno. Y con ello perdí el 70% de mi facturación en apenas 72 horas porque ya no podía vender el producto fresco a la distribución”, explica.

Tocaba reinventarse de nuevo. La solución pasaba por vender el producto congelado, como hacen en Nueza Zelanda. Y también por mirar al exterior. “Un importador de Rotterdam (Holanda) probó nuestra carne y le encantó, pero no teníamos capacidad para atender sus peticiones por nuestra producción limitada”, detalla como primera experiencia fuera de nuestra fronteras. En su intento por ampliar el negocio e incrementar esa capacidad productiva, Martín Sirvent dio entrada en 2013 en la empresa a un socio inversor, pero esa alianza salió mal, lo que obligó a disolver la sociedad y liquidar los activos. “Tuve que sacrificar mis ciervitas, de una genética magnifica, a precio de derribo”, recuerda. Otra vez había que levantarse y empezar desde 0. Y así lo hizo y constituyó lo que hoy es Deer Farmers Group.

400 animales al año

Los ciervos con los que trabaja este emprendedor no son de raza ibérica, “porque son más esquivos y no aptos para su crianza en cautividad, además de tener un rendimiento cárnico menor”, sino que su cabaña tiene sangre británica y centroeuropea. En la actualidad, la empresa sacrifica unos 400 animales al año entre enero y marzo, pero no todos son ciervos segovianos. Para incrementar la producción, el empresario puso en marcha un consorcio hace 3 años, una agrupación de intereses mutuos para incrementar capacidad de producción sin desviar recursos financieros. De este modo, mantiene un acuerdo con una granja de Navarra y otra de Guipúzcoa, a las que asesora y compra su producción. En proyecto está la puesta en marcha de otra granja en Burgos.

Ése es el modelo que persigue Martín Sirvent para crecer y prevé multiplicar por 10 su producción en el próximo lustro. El empresario destaca el “impresionante potencial de crecimiento” de esta actividad. El 80% de su producción se destina al mercado de Oriente Medio, en concreto a los países del Golfo Pérsico. “Trabajamos con un único importador en Emiratos Árabes Unidos, pero tenemos varios contactos más a la espera. Hemos comenzado a trabajar en Qatar sólo con la cecina de ciervo. Pero es que al lado está Arabia Saudí, un mercado potencial que se abrirá en breve con 80 millones de habitantes”, sostiene el director general de Deer Farmers Group, que es la única empresa de producción de carne de ciervo con certificación Halal en España para exportar al mercado musulmán.

Más información en el número de octubre de Castilla y León Económica

1 comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información sobre la protección de datos:
· Responsable de los datos: Ediciones La Meseta, S.L.
· Finalidad: Enviar un comentario
· Derechos: Tienes derecho a acceder, rectificar o suprimir los datos, así como otros derechos como es explica en la política de privacidad.
· Información adicional: Puedes consultar la información adicional y detallada sobre la protección de datos aquí.

Noticias relacionadas

Ir al contenido