La Asociación de la Industria Alimentaria de Castilla y León (Vitartis) apuesta por apoyarse en las nuevas tecnologías habilitadoras y optimizar las disponibles actualmente para conseguir poner en marcha una estrategia de reducción de pérdidas alimentarias innovadora, inclusiva y versátil, así como por profundizar en la concienciación del sector y de la sociedad en general.
Así se desprende del estudio realizado en más de un centenar de industrias, en el marco de los trabajos que lleva a cabo el Grupo Operativo Go Savefood, en el que participan asociaciones de industrias alimentarias de 8 comunidades autónomas.
Proceso de transformación
En cuanto al proceso de transformación, el 56% de las empresas destaca que donde más pérdida se produce es durante el manipulado y procesado interno (mecánicos, térmicos, biológicos, entre otras). En el análisis relativo al producto terminado, el 62% asegura que la mayor cantidad de pérdidas se producen por devoluciones de distribuidores. Las roturas y la caducidad de los productos son otras de las causas más frecuentes.
Este trabajo pone de manifiesto que, aunque en la fabricación también se producen pérdidas, éstas se redujeron “considerablemente” en los últimos años gracias a la optimización y digitalización de los procesos productivos de la industria alimentaria.
Según datos de la FAO, solo en la UE se desperdicia una media de 173 kilos anuales de alimentos por ciudadano. Y en la cadena de suministro, desde el productor hasta el distribuidor pasando por la industria, se podría perder en todo el mundo hasta un tercio de los alimentos destinados al consumo humano.
Alimentación animal
Los desperdicios que se generan en la recepción de las materias primas, en la transformación y en el proceso de manipulado externo y almacenamiento se destinan principalmente a la alimentación animal, aunque también a desechos y descartes. Esta última vía de destino abre una puerta a la investigación y al desarrollo de soluciones para su reaprovechamiento.
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