El 8 de junio de 2017 marcó un punto de inflexión en las casi 4 décadas de historia del Grupo Acinesgon, la empresa burgalesa fundada por Javier González Vegas, su presidente, que en esa fecha pasó de ser un almacén de acero inoxidable a dar el salto a la transformación de ese producto al cortar su primera bobina de acero inoxidable en Burgos. De entrada, ese cambio ha supuesto unas inversiones cercanas a los 10 millones de euros, con la puesta en marcha de un centro de servicios en la capital burgalesa donde se realiza el proceso de transformación.
Esa nueva actividad representa, sobre todo, un exponencial incremento en la cifra de negocio, ya que la compañía pasó de facturar algo más de 20 millones de euros en 2016 a los más de 30 millones en 2017 (con sólo medio ejercicio realizando la actividad de transformación), con una plantilla de 60 trabajadores. En 2018 prevé alcanzar los 38 millones de euros y a medio plazo, en 2022, situar la cifra de negocio en 60 millones de euros.
Centro de servicios
Burgos es el centro neurálgico de la actividad de Acinesgon, donde posee el centro de servicios, con 5.500 metros cuadrados donde transforma el acero, un almacén con 3.500 metros cuadrados y las oficinas centrales. Pero además posee almacenes en Valladolid (6.000 metros cuadrados), Madrid (5.000 metros cuadrados), Tudela (Navarra), con 4.000 metros cuadrados, Galicia y Asturias, con 2.500 y 800 metros cuadrados, respectivamente. También cuenta con oficina comercial en el País Vasco, en Burdeos (Francia) y está dando sus primeros pasos en Portugal.
La compañía trabaja en toda la zona centro y norte de España. “De Madrid hacia el norte, salvo en Cataluña, estamos presentes en todos los mercados”, sostiene el empresario. Sus principales clientes son empresas del sector agroalimentario, así como automoción e industria química.
Nuevos mercados
González Vegas asegura que la transformación “nos permite acceder a nuevos mercados y clientes. Pretendemos alcanzar las 10.000 toneladas anuales de procesado de acero inoxidable. La apertura de este centro de servicios supone que ya tengamos las zapatillas de deporte. Ahora ya podemos correr”.
El empresario enfatiza que llevaban “4 quinquenios detrás de un proyecto así, que lidera la segunda generación”. Y además asegura que esto “es sólo el comienzo, porque somos inquietos, nos gusta movernos y hacer cosas nuevas. Además siempre hemos tenido una sana indiferencia ante lo imposible”.
“Soy de Gamonal”
Desde el centro de servicios de reciente apertura de Grupo Acinesgon se divisa el barrio de Gamonal, hoy integrado en la capital burgalesa, pero en su día, pueblo del alfoz de Burgos. “Yo no me puedo deslocalizar. Soy de aquí. Nací en Gamonal cuando era un pueblo de poco más de 20 vecinos y aquí fui bautizado con agua de pozo. Tenemos que querer a esta tierra hasta que nos duela”, defiende Javier González Vegas, presidente de la compañía.
Corría el año 1980 cuando el ahora empresario era responsable de una de las secciones de compras de una empresa de calderería en Burgos que cerró. Era propietario de una Renault 12, “que cambié por una furgoneta, con la que cubría la ruta Burgos-Aranda de Duero-Peñafiel-Valladolid-Palencia-Burgos. Compraba acero inoxidable y lo vendíamos a industria alimentaria, papelera y química”.
Apenas 3 años después abre sus puertas el almacén de Valladolid. “Soy un absoluto apasionado de mi trabajo. Pasión, ilusión y amor por el trabajo son los valores que nos han traído hasta aquí. El que tiene amor por el trabajo no tiene que tener miedo en esta vida”, enfatiza González Vegas, quien, a sus 70 años -15 y 55 de experiencia, como le gusta decir- asegura: “no me voy a jubilar nunca, porque la edad no es una época de la vida, sino un estado de ánimo”.
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