El 20% de las empresas españolas está acometiendo en la actualidad una transformación digital con garantías de éxito, mientras que alrededor de la mitad está aún muy lejos de llevarla a cabo de forma satisfactoria, según se desprende de un estudio elaborado en 2017 por la consultora Kantar MillWardbrown, que destaca la industria, el turismo y los servicios como los sectores más avanzados en este campo.
“La madurez digital eleva el rendimiento de las compañías al incrementar su cifra de negocio, ya que al tener un mayor conocimiento de los clientes les puede ofrecer productos o servicios con más valor y mejor adaptados a sus necesidades; así como permite optimizar los costes, al reducirlos en prácticamente todas las áreas del negocio, y la experiencia del cliente, al aumentar tanto los ratios de fidelización como la retención de empleados”, explica David Hildbrand, visionary chief officer de SilverStorm.
Adaptación de la cadena de valor
Por ello, esta firma vallisoletana desarrolla soluciones a la medida que facilitan la adaptación de la cadena de valor y el rediseño el modelo de negocio de las organizaciones para transformarlas digitalmente mediante una nueva arquitectura empresarial. “Este proceso sólo puede ser efectivo y aportar beneficios cuantitativos y cualitativos si se combina con una innovadora forma de producir, vender y comunicar con los clientes”, puntualiza.
En esta línea, Hildbrand recuerda que esta arquitectura adecuará la compañía para incorporar la automatización, la conectividad, la nueva manera de relacionarse con el cliente o la cantidad de información digital disponible en la toma de decisiones. Asimismo, incide en que el learning machine está empezando a tener un imparto cada vez mayor en la digitalización de las empresas y en la mejora de su competitividad.
Rediseñar el modelo de negocio
A su juicio, esta transformación afecta a toda la organización, “ya que no se trata únicamente de mejorar un proceso o de adaptar una parte de la cadena de valor, sino de rediseñar el modelo de negocio, lo que atañe a todos los verticales. El choque generacional, la gestión de la tecnología heredada y una falta de cultura digital acentúan ese miedo al cambio. Por eso no puede realizarse sin la refundación cultural y organizativa de sus empleados”. No en vano, recomienda tener una visión clara sobre el futuro digital de la empresa a nivel consejero delegado o comité ejecutivo y transmitirlo al resto de la compañía.
Más información en el número de mayo de la revista Castilla y León Económica
