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“La asociación debe tener la representatividad y fortaleza necesarias para llevar a cabo su actividad de formación, opinión e influencia”, dice el presidente de EFCL

Entrevista a José Miguel Isidro Rincón, quien apunta que la Administración “ha comprendido que somos un actor esencial para generar inversión y empleo en la región”
José Miguel Isidro Rincón, presidente de Empresa Familiar de Castilla y León.
José Miguel Isidro Rincón, presidente de Empresa Familiar de Castilla y León.

José Miguel Isidro Rincón (Valladolid, 1953) ha superado el ecuador de su mandato como presidente de Empresa Familiar de Castilla y León (EFCL), una etapa que califica de “intensa y fructífera”, con 4 pilares en su plan estratégico: hacerse oír en las instancias que deciden, potenciar la colaboración entre socios, incrementar el número de asociados y continuar formando a los jóvenes y futuros empresarios.

Isidro Rincón, que indica que España es un país “poco amable con la industria”, señala que Castilla y León y su economía tienen 2 factores diferenciadores que le ayudan: “su estabilidad política y su condición de región austera”. El también presidente del Grupo Europac insiste en la idea de que quienes pueden generar inversión y empleo rápido y de calidad “somos las empresas con cierto tamaño, estructura, experiencia y músculo financiero”. Por ello, enfatiza: “si adquirimos mayor dimensión, generaremos más empleo y de mayor calidad”.

Asimismo, asegura que la Administración “ha comprendido que somos un actor esencial para generar inversión y crear empleo en nuestra región”.

Balance

– PREGUNTA: Hace alrededor de 1 año que realizó su primer balance al frente de la asociación cuando apenas se habían cumplido 3 meses de su nombramiento como presidente de EFCL. Ahora que ha superado el ecuador de su mandato, ¿puede hacer una valoración más exhaustiva de la evolución de la agrupación en este período?

– RESPUESTA: Aquel primer balance era, más bien, una declaración de intenciones y es ahora, a mitad de mandato, cuando procede hacer el balance del camino andado. Ha sido 1 año intenso y fructífero, en el que hemos seguido la hoja de ruta establecida en nuestro plan estratégico, que giraba y gira en torno a 4 ejes: hacernos oír en las instancias donde se toman las decisiones, potenciar la colaboración entre los socios, aumentar el número de asociados para tener mayor representatividad y continuar formando a los jóvenes empresarios a través de las acciones y actividades previstas en la agenda del Fórum Familiar.

Entre estas actividades, cabe destacar un viaje a Londres, donde organizamos con Citibank una sesión de análisis de la situación europea actual, la visita a la sociedad cooperativa andaluza Unica Group para conocer las bondades del modelo de producción cooperativista como fórmula de desarrollo de la pequeña empresa agrícola o la visita al Banco Europeo de Inversiones (BEI) con el objetivo de conocer las alternativas de financiación para las empresas. Por último, también quiero destacar el rotundo éxito que tuvo nuestra Escuela de Accionistas, celebrada en febrero y en la que no pudimos atender toda la demanda de plazas solicitadas.

Además, hemos colaborado con la Fundación Down de Castilla y León en un proyecto para incorporar al mercado laboral a estos jóvenes y hemos trabajado con los empresarios del futuro a través del Fórum Júnior, algo que nos produce una especial satisfacción porque les ayudamos a conocer sus orígenes y les inculcamos el gusto por el mundo de la empresa. Por último, entre todos los eventos de formación y difusión que realizamos, quiero destacar el Congreso Regional que celebramos anualmente y que se está convirtiendo en el evento empresarial más relevante en Castilla y León.

– P: Uno de sus retos principales al asumir la presidencia fue incrementar el número de asociados y en 2016 aumentó en un 17% su masa social. ¿Qué estrategia han seguido para conseguirlo? ¿Confía en alcanzar su objetivo de 150 empresas en EFCL en 2018?

– R: La asociación está abierta a empresas familiares de trayectoria contrastada, líderes en su sector, de probada transparencia y ética intachable. Queremos que nuestra asociación tenga la representatividad, la fortaleza y el crédito necesarios para llevar a cabo su actividad de formación, opinión e influencia en la sociedad civil. 

Propuestas realistas

– P: Otra de sus prioridades era aumentar el papel de lobby de EFCL ante la Administración pública. En la última Asamblea General indicó que han conseguido incrementar ese rol. ¿Qué valoración puede hacer al respecto?

– R: La Administración pública y los partidos políticos nos escuchan porque saben que la asociación  representa a gran parte de las empresas familiares más relevantes de Castilla y León y han comprendido que somos un actor esencial para generar inversión y empleo en nuestra tierra.

Nosotros queremos aportar nuestro grano de arena al desarrollo de la región con propuestas concretas y reales que atiendan las necesidades de empresas de tamaño medio que con los recursos necesarios y la colaboración de la Administración pueden crecer cuantitativa y cualitativamente.

Otra cosa es que la Administración pública se haga eco de todas nuestras propuestas, pero nos escuchan y en algunas de ellas ya se está trabajando para que se conviertan en realidades. Éste es el caso del reciente Plan de Crecimiento que va a promover la Junta, en el que hemos colaborado activamente durante los últimos meses y que pretende dotar de financiación a empresas familiares con proyectos en crecimiento porque necesitamos que aumente el tamaño medio de nuestras empresas para ser más competitivos.

Nuestra asociación presentó hace año y medio un plan con propuestas concretas para este fin, basadas en cuatro puntos: atracción de talento, mejora de procesos, la innovación y la Industria 4.0. Si adquirimos mayor dimensión, generaremos más empleo y de mayor calidad.

Mayor tamaño

– P: En la última Asamblea General celebrada en León aseveró que las empresas de EFCL deben intentar ser más grandes y más sólidas. ¿Queda mucho por hacer en este sentido?

– R: Efectivamente. En Castilla y León lo que más abunda son las microempresas. Quienes podemos generar inversión y empleo rápido y de calidad somos las  empresas con cierto tamaño, estructura, experiencia y músculo financiero. Para alcanzar este status, antes de nada, hay que querer crecer y eso no siempre es fácil porque son decisiones que implican mucho compromiso de la propiedad, inversiones fuertes y, por supuesto, salir de la zona de confort asumiendo los riesgos correspondientes.

En segundo lugar, necesitamos que no nos pongan palos en las ruedas. En este sentido, el gran problema de la Administración es que no tiene conciencia económica ni, por lo tanto, conciencia del perjuicio económico que genera la lentitud de sus decisiones.

– P: La última encuesta realizada por EFCL a sus asociados señala que casi el 96% prevé incrementar facturación y el 93% crear empleo, aunque cada caso es distinto ¿Se encuentran los negocios con apellido de nuestra tierra en un momento esperanzador?

– R: Creo que aún no hemos superado por completo los efectos de la crisis. Sí hemos pasado lo peor, pero existe un riesgo de recaída si no consolidamos la recuperación. En cualquier caso, las empresas que han sobrevivido porque han hecho bien sus deberes, tanto en casa como en el contexto internacional, han salido reforzadas. Por este motivo y porque el acceso a la financiación es más fluido, debemos aprovechar el momento para crecer, lo que implica generar nuevos proyectos con el incremento correspondiente de la actividad económica y todo lo que ello implica.

– P: En ese mismo sondeo, el 43% de los encuestados opina que la situación de la economía castellana y leonesa es buena, 7 puntos más que en 2016. ¿Usted qué opina?

– R: En Castilla y León tenemos empresarios que han apostado por su tierra como en muchos otros sitios, pero los factores diferenciadores son 2 fundamentalmente. Primero, la estabilidad política pasada, presente y, previsiblemente, futura de la región. Por otra parte, Castilla y León ha sido una comunidad autónoma austera y ahora que la economía empieza a despegar no cargamos con el lastre del despilfarro de otras regiones de España.

– P: ¿Por qué han considerado adecuado implantar un código ético de obligado cumplimiento entre los asociados?

– R: Las empresas familiares somos algo más que empresas. Estamos obsesionados con que la sociedad conozca nuestra aportación y queremos dejar muy claro que no somos especuladores. La especulación tiene un objetivo a corto plazo y nosotros, como empresarios familiares, buscamos el crecimiento sostenido de nuestro negocio y, para ello, arriesgamos incluso nuestro patrimonio personal en una carrera de fondo.

Somos gente corriente, pero apasionada por construir empresas con la ayuda de nuestros equipos y colaboradores. Por ello, necesitamos transmitir transparencia y compromiso hacia el exterior y trabajar para ser más grandes y más sólidos, pero debemos hacerlo atendiendo a los principios éticos y morales. Un tropiezo puede comprometer la reputación que durante años nos hemos labrado.

Por eso, nos dotamos de un código ético concebido como herramienta de gestión complementaria. Necesitamos transmitir a la sociedad los valores y el compromiso de la empresa familiar, basado en el largo plazo, el trabajo y el compromiso de las familias empresarias con su tierra. En este contexto, nuestras empresas deben ser irreprochables para poder ejercer la defensa de nuestros legítimos intereses.

Reformas estructurales

– P: ¿Y respecto a la situación económica española?

– R: Las grandes decisiones en política económica e industrial se adoptan a nivel nacional y aún queda mucho por hacer. Llevamos 3 años sin realizar reformas estructurales y de calado importante a nivel industrial, especialmente en el campo energético, donde tenemos unos costes energéticos industriales un 23% superior a la media europea, lo que representa una pérdida de competitividad que no nos podemos permitir. España es un país poco amable con la industria, donde nos hemos conformado con el sol y la playa. Por eso, cuando oigo hablar de reindustrialización del sistema productivo español, yo siempre digo que lo que hay que hacer es industrializar. No se puede reindustrializar lo que nunca estuvo industrializado.

– P: Hace 12 meses indicaba que llevábamos 8 años de crisis y la recuperación no era aún un hecho consumado. ¿Se puede decir hoy que se ha dejado definitivamente atrás la crisis económica?

– R: Como he comentado, hemos pasado lo peor, pero cada sector es diferente y aún hay empresas que están pasando muchos apuros. No es de recibo que la empresa tenga que sostener casi en exclusiva el sistema administrativo actual, que es lo único que no ha cambiado nada durante la crisis. La Administración pública debería tomar nota del esfuerzo que han hecho tanto las familias como el sector privado, porque si seguimos exprimiendo a la vaca en vez de ordeñarla, un día dejará de dar leche y será el fin del Estado del Bienestar.

En lo que respecta al Estado del Bienestar, merece la pena hacer una reflexión profunda porque ya supone casi un 50% del presupuesto nacional y si no se pone remedio acabará quebrando o hipotecando la economía española de por vida. Me explico: la deuda pública de España prácticamente alcanza el 100% de nuestro PIB anual, sólo Japón supera nuestra esperanza de vida y tenemos una pirámide poblacional envejecida, donde se reduce el grupo de contribuyentes en la misma medida que aumenta el de los pensionistas.

Por lo tanto, el panorama es desolador y no podemos recurrir a incrementar aún más nuestra deuda para sostener las pensiones, las prestaciones por desempleo, la educación o la sanidad, entre otras cosas. ¿Cuál es la alternativa? Adelgazar la estructura del Estado y eliminar toda la grasa que sobra, reducir la presión fiscal, simplificar la regulación, adoptar medidas que mejoren la competitividad y fomentar la creación y el crecimiento de las empresas para que el aumento de la actividad económica financie los servicios públicos.

– P: Le queda menos de 1 año de mandato. ¿Cuáles serán sus prioridades?

– R: Básicamente, continuar trabajando en nuestro plan estratégico, que es el compromiso que adquirí con los socios el día de mi nombramiento. Además, estamos preparando un gran congreso que tendrá lugar en Valbuena de Duero en junio y dentro de poco presentaremos un documento con propuestas sectoriales novedosas enfocadas a ganar tamaño y generar empleo en nuestra región. Además, este año la asociación cumple 20 años y organizaremos algo especial para celebrarlo.

– P: ¿Cómo se imagina la asociación en el momento en que deje la presidencia?

– R: Más grande y más sólida, pero fiel al perfil de asociación que dejaron mis predecesores en el cargo: independiente, proactiva, inquieta y con los mismos valores que la han caracterizado desde su fundación.

Más información en el número de junio de Castilla y León Económica

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