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Cantalapiedra celebra sus bodas de oro

La empresa familiar vallisoletana afronta el futuro con buenas perspectivas tras la lenta recuperación de la construcción
Valentín y Miguel Cantalapiedra, administradores de Cantalapiedra.
De izquierda a derecha, los hermanos Valentín y Miguel Cantalapiedra, administradores de la empresa que lleva su apellido.

“Se empieza a hablar de proyectos de obra de cierta envergadura tras la travesía del desierto de la crisis, por lo que las perspectivas de futuro son halagüeñas”, explican los hermanos Valentín y Miguel Cantalapiedra, administradores de la empresa que lleva su apellido y que en 2016 cumple medio siglo de existencia. Ambos integran la tercera generación de un negocio de capital 100% familiar y vallisoletano, que durante las últimas cuatro décadas ha crecido de la mano de Porcelanosa, referencia mundial en el mundo de la cerámica y la decoración, si bien ha diversificado con éxito su actividad a otros ámbitos.

En 2005, la empresa vallisoletana acometió tal vez el proyecto más ambicioso de su historia, al trasladarse, desde la céntrica calle Don Sancho de Valladolid, a unas instalaciones en la carretera de Soria, muy cerca de La Cistérniga, con una inversión de seis millones de euros. Dispone de una superficie de 10.000 metros cuadrados de parcela, con una exposición de 2.000 metros cuadrados y almacén automatizado de 7.000 metros cuadrados. Se trata de una de las mayores instalaciones de Castilla y León de su sector. “Este traslado nos permitió ganar en espacio, tanto logístico como de exposición, mejorar el acceso y facilitar el aparcamiento; y en definitiva ofrecer un mejor servicio al cliente”, explica Valentín Cantalapiedra.

Diversificación

En una época complicada para todo lo relacionado con el sector de la construcción, Cantalapiedra ha superado la coyuntura gracias a la “diversificación de productos, a la buena situación financiera y la fidelidad de sus clientes por el reconocimiento a la calidad de sus referencias y al servicio ofrecido por los profesionales de esta compañía familiar”, señala Valentín Cantalapiedra. 

¿Cuáles son los aspectos diferenciales de Cantalapiedra? Una de las claves es su alianza de 40 años con Porcelanosa, que marca tendencia en el sector por su innovación. Uno de los ejemplos de esa innovación es el krion, patente de Porcelanosa Grupo, un material que permite ejecutar superficies continuas sin juntas, sin absorción, y que se puede curvar y moldear, en incluso puede dejar pasar la luz y que tiene innumerables aplicaciones en decoración y construcción, desde encimeras, mostradores, fachadas, aplacados verticales hasta mobiliario interior y exterior.

Más información en el número de diciembre de Castilla y León Económica.

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