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BMW 320d Touring, un familiar con mucha clase

BMW 320d Touring
BMW 320d Touring
BMW 320d Touring

Distinción y elegancia es algo que no le falta a la nueva Serie 3 Touring de BMW con su línea de techo descendente hacia una parte posterior que parece pegada al asfalto como si fuera un coupé, sensación acentuada con el paquete M de nuestra unidad de pruebas. Resulta evidente que el Touring se desmarca del cuatro puertas por un planteamiento más práctico. Si en el habitáculo no ha cambiado nada, el maletero está lleno de buenas ideas para hacernos la vida más fácil. De entrada, la quinta puerta es eléctrica mientras que la luneta se abre de forma independiente del portón, un detalle práctico para acceder al maletero en los aparcamientos cuando tenemos un coche pegado a nuestro parachoques o si estamos con la parte trasera muy cerca de una pared. La cortinilla cubreequipajes se desplaza hacia arriba cuando se abre el portón y se puede guardar bajo el suelo del maletero en un espacio ex profeso cuando no la utilizamos. Hay opciones interesantes como un sensor que, mediante un gesto con el pie y siempre que llevemos la llave de contacto en el bolsillo, permite abrir el maletero, aunque tengamos las manos ocupadas con  bolsas; o una barra telescópica en aluminio para compartimentar el maletero.

El maletero tiene un volumen de 495 litros, frente a los 480 de la berlina, pero se puede aumentar quitando la cortinilla y aún más abatiendo el respaldo de los asientos posteriores y dejando un suelo totalmente plano con 1.500 litros de volumen de carga.

El 320d Touring se muestra muy agradable de conducir. Inicialmente hay tres motores disponibles: dos diésel de 184 cv (320d) y 258 cv (330d) y un gasolina cuatro cilindros turbo de 245 cv (328i). La versión probada es el 320d con un excelente cambio automático de ocho relaciones.
El modelo probado lleva la suspensión deportiva M con amortiguadores de dureza variable. El comportamiento sobre el asfalto es irreprochable, con un tren delantero preciso, una dirección directa y un tren posterior perfectamente estable.

A igualdad de motor y equipamiento hay una diferencia cercana a los 4.000 euros entre la berlina y el Touring. El sobrecoste del Touring respecto a la berlina parece más que razonable: los 1.500 litros de maletero en configuración de dos plazas, la luneta trasera de apertura independiente, los raíles del techo o el portón automático, entre otros elementos, hacen que el cálculo sea rápido a favor del Touring. Y a ésos sumen la imagen de estilo deportivo que desprende.

 

Santiago de Garnica

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