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En el reino de la mencía

La bodega berciana Casar de Burbia elabora vino a partir de viñedo centenario en su mayor parte
Casar de Burbia exporta el 40% de su producción a más de 15 países.
Casar de Burbia exporta el 40% de su producción a más de 15 países.

27 hectáreas de viñedo, dividido en 42 pagos y centenario en su mayor parte, aledaño al Camino de Santiago en el municipio berciano de Valtuille de Arriba (León), son el mayor patrimonio de Casar de Burbia, bodega familiar que basa su filosofía en el respeto por el terroir.

Aquí la mencía es la reina, como variedad autóctona de la zona, y el terreno se caracteriza por su orografía montañosa, con una altitud próxima a los 700 metros y con suelos rojizos y pizarrosos, de gran concentración tánica. La firma elabora sus vinos exclusivamente con uvas propias, no sólo mencía, sino también y en menor medida godello, habitual en El Bierzo, y garnacha tintorera. En Casar de Burbia se trabaja sin mirar el reloj, “atendiendo las necesidades de cada pago, incluso de cada cepa”, aseguran.

A pesar de la crisis económica y las dificultades propias del sector vitivinícola, la bodega incrementa sus ventas año tras año, tanto en el mercado nacional como internacional, al comercializar un 40% de sus vinos en más de 15 países, entre los que destacan EE UU, Alemania, Holanda, Dinamarca, Bélgica, Canadá, Suiza, Reino Unido, México, Japón y Singapur. Su objetivo en la actualidad es desembarcar en dos pujantes zonas, como Rusia y China. La cifra de ventas alcanzó el medio millón de euros en 2010.

Producción

La producción de la bodega se sitúa en 80.000 botellas con sus cuatro marcas. Casar de Burbia, tinto que pasa ocho meses en barrica de roble americano; Hombros, monovarietal de mencía con doce meses en barricas nuevas francesas; Tebaida, elaborado a partir de uvas mencía de cepas viejas y un paso por madera francesa de 16 meses; y Tebaida nº 5, el top de la bodega, con un mínimo de 21 meses de barrica francesa Allier y uvas mencía de viñedos centenarios. También elabora un blanco, denominado Cíbola, que es un coupage de variedades mencía y godello.

La familia Fernández Bello inició este proyecto en 1989 y en la actualidad está liderado por Isidro Fernández Bello, gerente y director técnico, quien ha consolidado la iniciativa de su padre con la compra de viñas viejas.

Proyecto de I+D+i

En la empresa berciana aseguran que tradición e innovación no están reñidas, como lo constata su participación, junto a otras bodegas castellanas y leonesas, en un proyecto de I+D+i del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) sobre la definición del perfil aromático y caracterización de variedades autóctonas de Castilla y León y el desarrollo de levaduras autóctonas optimizadas a cada perfil.

Artículo publicado en el número de noviembre de Castilla y León Económica

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