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Las fusiones de las cajas moderan el crecimiento de la hipoteca inversa al 3%

La concesión de hipotecas inversas crece un 3%, la solicitud se eleva un 20%.
Mientras la concesión de hipotecas inversas crece un 3%, la solicitud se eleva un 20%.

Las fusiones de las cajas de ahorros han moderado el crecimiento de la hipoteca inversa hasta el 3%, mientras que las solicitudes de este tipo de préstamos se han incrementado por encima del 20% entre mayo y agosto de 2011 en relación al mismo período del año anterior. Así se desprende de un informe de Óptima Mayores que refleja que los procesos de fusión que han experimentado estas entidades, principales comercializadoras de este producto en España, están impidiendo temporalmente un mayor auge de la concesión de estos créditos.

La consultora afirma que en los procesos de integración de cajas que contaban con la hipoteca inversa en su cartera de productos, la entidad resultante ha paralizado temporalmente la concesión de estos préstamos por causas operativas derivadas de la unificación de criterios de los departamentos de riesgos.

La hipoteca inversa es un préstamo con garantía hipotecaria dirigido a personas mayores de 65 años o dependientes cuya principal característica es que la entidad paga una cantidad mensual garantizada y vitalicia al titular, sin que éste ni sus herederos pierdan la propiedad de su vivienda.

Plan de pensiones complementario

Ángel Rodríguez-Carreño de Cominges, consejero delegado de Óptima Mayores, afirma que desde 2005 se han producido numerosos cambios que han afectado a la oferta de este producto en España, como cambios de condiciones de producto o salida y entrada de entidades en el mercado, pero considera claro que se trata de un “producto de futuro” que se está consolidando.

En este sentido, explica que la hipoteca inversa se perfila como la alternativa inmediata para paliar la pérdida de poder adquisitivo de los españoles jubilados, dado que permite transformar su vivienda en un plan de pensiones complementario. “En el contexto actual de crisis económica, los mayores ya no solo no pueden recibir ayudas de los hijos o familiares, sino que se han convertido muchos de ellos en benefactores de sus propios hijos”, subraya.

Europa Press

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