a

Mujeres sin premio

Por: Luisa Alcalde
María Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter.
María Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter, durante su intervención en la entrega de los II Premios Castilla y León Económica al Mejor Directivo de Castilla y León.

Ayer disfrutamos de los II Premios Castilla y León Económica al Mejor Directivo de Castilla y León. Durante mi presentación de la gala, yo hacía referencia a la felicidad que sentía al haber podido celebrar la segunda edición de estos galardones gracias al apoyo de nuestros patrocinadores Bankinter y Vodafone y de nuestros colaboradores Collosa, Renault Consulting, Epunto Interim Management y Connectis; por la asistencia masiva de ejecutivos y empresarios al congregar a casi 800 personas al evento; y por las 70 candidaturas presentadas a estos premios, lo que consolida el éxito de los mismos.

Para no enturbiar esa felicidad y dejar en el auditorio un sabor agridulce, me mordí la lengua. Ahora lo voy remediar.

Críticas

En los Galardones Castilla y León Económica a los mejores empresarios de la región, se nos ha criticado en ocasiones que no premiamos a mujeres empresarias. Y es cierto que a lo largo de las ocho ediciones de estos premios ha habido pocos reconocimientos a las féminas, porque no podemos inventarnos la realidad y la realidad es que no hay muchas emprendedoras.

Ayer, antes de comenzar el acto, charlando con los invitados, coincidí con tres ejecutivas. Yo les comentaba este extremo y les trasladaba la pena que sentía porque en este caso sí existen muchas mujeres directivas, pero sin embargo no se habían presentado a estos premios o lo habían hecho de manera residual, e incluso confudiéndose porque eran más empresarias que directivas.

Discrepo

De las tres, una de ellas era de Castilla y León y se justificó diciendo que ni se había planteado presentarse, que simplemente se dedicaba a trabajar y que no le gustaba figurar. No pude por menos que discrepar de esa actitud.

Discrepo porque ya es hora de dar visibilidad a ese trabajo duro que hacemos las mujeres de manera callada. Nos han educado para trabajar como burras en todos los ámbitos, nuestra autoexigencia es altísima y sin embargo no llegamos a influir. “Yo soy de las que me llevo un tupper para hacer un pequeño alto en la jornada laboral, comer deprisa y corriendo y seguir trabajando”, decía ayer esta ejecutiva de una gran empresa de Castilla y León.

Comer con el CEO

Pues no. Es necesario vencer esa timidez, desterrar los prejuicios que tenemos y hacer un esfuerzo por dejar el tupper en casa y comer con el CEO para ganar en influencia, tal como hacen otros directivos de la compañía que están al mismo nivel que nosotras. En ese almuerzo, podremos trasladar reivindicaciones, aconsejar mejoras en la gestión y beneficiar a nuestros equipos con propuestas en las que se gane en competitividad y productividad, y consecuentemente beneficiar a la compañía.

Esa necesidad de mejorar nuestra trayectoria profesional e incrementar nuestra influencia es perfectamente legítima. Y si no somos capaces de hacerlo por nosotras mismas, hagámoslo por otras. Me explico: ya es hora de que las que han llegado lejos se muestren visibles, para servir de referencia al resto de mujeres que están luchando por hacerse un hueco en el competitivo mercado laboral.

Valentía y generosidad

Y si no, no me digan que no sintieron orgullo ayer al escuchar a la burgalesa María Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter, y una de las pocas mujeres que lidera una compañía del Ibex 35, con la complejidad de hacerlo además en un sector plagado de dificultad como es el financiero. No me digan que para las mujeres que ayer estábamos en la gala no se convirtió en un claro referente y en un ejemplo a seguir. Pero para serlo, una tiene que trabajar duro, alcanzar ese puesto por méritos propios, manejar los tiempos y la capacidad de influencia y luego tener la valentía y la generosidad para mostrarse, porque en muchos casos simboliza un esfuerzo compartido.

Y se puede hacer desde la humildad, como lo hizo ayer Dancausa, porque no estoy hablando de aparentar, ni de soberbia, estoy hablando de audacia y de generosidad para con las demás.

4 comentarios

  1. Un muy buen artículo. Totalmente de acuerdo con la exposición, el contenido y, por supuesto el objetico; creo.

    Un cordial saludo

    1. Muchas gracias, Ángel. Me alegro que te haya gustado y que compartas los argumentos. Gracias por participar con tu comentario. Un abrazo.

  2. No puedo estar más de acuerdo contigo. Todavía estamos temerosas de recibir el reconocimiento que muchas mujeres empresarias, directivas y trabajadoras, se merecen. Trabajadoras incansables, costantes que además debemos saber conciliar y siempre se espera de nosotros la mejor de nuestras sonrisas y presencia.
    Animo a que la próxima edición seamos valientes y demos a conocer nuestro esfuerzo con orgullo y satisfacción por el trabajo bien hecho.
    Enhorabuena a la Sra. Dancausa y a todos los premiados.

    1. Mil gracias por participar en este blog y además con un comentario tan motivador. Yo también comparto tus deseos. Un abrazo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información sobre la protección de datos:
· Responsable de los datos: Ediciones La Meseta, S.L.
· Finalidad: Enviar un comentario
· Derechos: Tienes derecho a acceder, rectificar o suprimir los datos, así como otros derechos como es explica en la política de privacidad.
· Información adicional: Puedes consultar la información adicional y detallada sobre la protección de datos aquí.

Noticias relacionadas

Isidoro Alanís, presidente de Global Exchange.
Leer más

Global Exchange, una moneda de oro

Por: Eduardo Estévez, director de Empresa Familiar de Castilla y León (EFCL)
Recientemente Global Exchange inauguró su nueva sede en Salamanca, un hito significativo para la multinacional de cambio de…
Elon Musk
Leer más

Elon Musk, lecciones de un visionario

Por: Alberto Cagigas, director de Castilla y León Económica
En una época de grandes incertidumbres, donde a los empresarios y directivos les resulta casi imposible diseñar planes…
Ir al contenido